Ébola, la vida después
Así se titula el documental que los Hermanos de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios presentaron ayer en Madrid. Un documental realizado por el fotoperiodista Pablo Tosco (World Press Photo 2021) con motivo el 10º aniversario de la epidemia de Ébola en África Occidental.
Han pasado tan solo 10 años, y ya el ébola nos suena como algo lejano. O es que quizá es nunca nos interpeló realmente, nunca llegamos a sentirlo cercano, de hermano a hermano más allá del miedo – excesivo a mi juicio – y el desconcierto generado por el “lío mediático” que supuso la repatriación de los hermanos Miguel Pajares y Manuel García en agosto y septiembre de 2014, quienes fallecieron pocos días después a causa del virus del Ébola.
La realidad fue dura, la epidemia cruel, el desconcierto enorme y los medios más que escasos. Con esta epidemia se contagiaron algo más de 28.000 personas, de las cuales más de 11.000 perdieron la vida. Afectó sobre todo a Guinea Conakry, Liberia y Sierra Leona. El documental se centra en la realidad vivida en el entorno de los hospitales de San Juan de Dios en Liberia y Sierra Leona, en donde fallecieron cientos de personas, entre quienes se encontraban hermanos hospitalarios, misioneras de la Inmaculada Concepción, y personal sanitario.
A través de testimonios de supervivientes de la epidemia, y con una estética muy cuidada, se nos narra lo que la epidemia supuso, como se dieron los primeros contagios, el desconcierto, la falta de pruebas y la ausencia de agilidad en los resultados, el aislamiento, la mortalidad… Habla sobre lo que supuso el cierre de los hospitales para su desinfección, y la ingente labor de sensibilización con la población para que volvieran a acudir al hospital, pues volvía a ser un entorno seguro. El documental también se nos ofrece un testimonio de esperanza, de esa vida que si hay después del ébola.
No podía faltar la presencia y el contexto en que la ONGD Juan Ciudad colaboró sobre el terreno con medios sanitarios y también con alimento para tantas personas que estuvieron aisladas. ONGD de los hermanos hospitalarios que trabaja por un Desarrollo Humano Sostenible, y por la defensa de los Derechos Humanos, especialmente el derecho universal a la atención sociosanitaria en las regiones más desfavorecidas del planeta.
Tras el documental, tuvimos la oportunidad de escuchar el testimonio directo de dos hermanas que trabajaban en el hospital de Liberia. Dos testimonios que, en más de un momento, hicieron que se nos congelara la respiración. “Fue muy duro” repetían una y otra vez.
Diez años después, la Orden rinde homenaje a tantas personas – conocidas y desconocidas – que perdieron la vida a causa del ébola, y habla de la esperanza de futuro a partir del reenfoque de estos hospitales, trabajando en la salud preventiva y la salud comunitaria, dirigiéndose y educando prioritariamente a los jóvenes, pues son quienes podrán marcar una diferencia a futuro.
Quizá en aquel momento nos quedamos con los titulares, con la sensación de que era una epidemia que no nos afectaría a nosotros de manera directa, ¡que poco nos dejamos afectar por el sufrimiento de los demás! Quizá ahora tras el COVID, seamos capaces de empatizar con quienes enfermaron, con las familias que sufrieron, pero, sobre todo, con quienes sobrevivieron.
Mónica Marco csd