De Pangoa a Malabo
Sagrario echa la vista atrás de esta experiencia de misión, y nos cuentas sus conversiones, aprendizajes y el regalo de ser enviadas de dos en dos
Casi tres meses en la misión de Malabo, estamos a punto de regresar a casa.
Pienso en la otra misión, la primera antes del covid… Inevitablemente saltan a mi mente y a mi corazón comparaciones. Pero en realidad no voy a escribir sobre esto, porque son realidades y poblaciones muy distintas. De América a África, sin embargo, mi percepción de la misión ha evolucionado, así como mi disposición interior y la capacidad de asumir pequeños retos y desafíos cotidianos que antes de salir se viven con cierta inquietud y aún con temor.
En esta reflexión voy a fijarme, como digo, más en la experiencia interna, tanto en el plano existencial como espiritual, la experiencia personal que va modelando mi vida, la de una madre y docente en etapa de jubilación que se motiva para seguir aprendiendo.